domingo, 26 de octubre de 2008

EL MITO EN LA OBJETIVIDAD EN LOS MEDIOS


Hechos
Irak es un país de Extremo Oriente, amenazador para occidente en particular para Israel y los EEUU, por ser una dictadura personal de Sadam, mantener un gran ejercito en la zona, y disponer de las reservar más importantes de petróleo del planeta, es decir es un área geoestratégica.

En estas circunstancias se transforma a ese país, sus gobernantes y su religión dentro del “eje mal”, anunciado en los discursos oficiales por los presidentes de la alianza la amenaza actual y el peligro que esto supone.
Para terminar de convencer al resto de los países, en especial países del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Francia, etc, de la existencia de “armas de destrucción masiva” viniendo a significar con ello, armas bateriológicas, etc, de difícil comprensión y desconocidas sus efectos por la población en general.

Se pretende la aprobación por el CS de la autorización de la fuerza contra la tiranía y la amenaza actual de Irak.
Dio lugar, ante la oposición del Consejo y la población mundial a manifestaciones en todo el mundo contra la guerra que se patrocinaba desde EEUU, GB y España, “la foto de las Azores”.

Los medios se posicionaron, a favor y en contra, se trataba de mantener la existencia de la amenaza mediante el continuo bombardeo de noticias sobre ello, desde todos los frentes.

La ciudadanía también quiso participar, utilizando desde los móviles, sms, etc a blog, páginas web, chat, difundiendo todo tipo de informaciones contradictorias respecto a las visiones oficiales de los patrocinadores de la guerra.

En todo caso, las manifestaciones y movimientos de repulsa no pudieron ofrecer resistencia hasta el punto de bloquear el inicio de la guerra que continua hasta nuestros días.

En la actualidad, conocemos sin duda alguna la falsedad de las razones que se esgrimieron de justificación de la guerra. Por tanto no fueron movimientos pacifistas, los patrocinadores de la guerra y sus medios afines consiguieron hacer creer a la población mundial de la justeza de su iniciativa.

La experiencia del caso para las relaciones sociales mundiales, está en que sin duda el poder se impuso a la población general, pero que la contestación ha llevado a la caída de algunos gobiernos, más pronto que tarde. La reacción de la población si tuvo efecto, a través de canales de comunicación nuevos, los gobernantes tendrán en el futuro muy en cuenta el poder disperso de los ciudadanos, sobre todo lógicamente en las democracias occidentales.

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