domingo, 26 de octubre de 2008

¿ES NECESARIA UNA LEGISLACIÓN EN LAS TIC?

(Castells, 1996: 371)

¿Hay un legislador universal?
¿Es suficiente una legislación nacional?
¿Qué gobierno puede actuar de autoridad a escala mundial?
¿Bastaría la autorregulación de las empresas de las TIC?
¿Quién controlará a quién controla?
¿De qué manera las empresas vigilan el cumplimiento de la regulación?
¿Puede darse un monopolio de control de las empresas sobre los Estados?

No parece que pueda darse una legislación universal para controlar los efectos perversos de las tecnologías; sería necesario un consenso entorno a algunas cuestiones que por ahora no lo hay ni siquiera en temas como el terrorismo o los derechos humanos, no obstante desde organismos como Naciones Unidas pueden darse importantes avances.

La tecnología evoluciona a una velocidad que para todas las legislaciones nacionales no pueden sino ir desfasadas regulando el pasado e impotentes para prever el futuro.

Las grandes empresas determinan estrategias que son capaces de imponer en el mercado, aunque nuevas ideas rebeldes con el estatus quo son capaces de romper e innovar causando efectos no previstos y contrarios. Es difícil conocer el poder real de Microsoft, Google, Yahoo, etc. En no pocas ocasiones han sido requeridos por las autoridades para informar sobre cuestiones que son peligros ciertos para los ciudadanos y otros para conocer a sus poblaciones a efectos de controlar y evitar ser desalojados del poder en definitiva manipular para conservar el poder los gobiernos.

Es evidente que las TIC concentran el poder, imponen la autocomprensión del mundo a los débiles, facilitan las pretensiones de control, el “gran hermano” por la capacidad de conocer en tiempo real cuestiones como las cosechas del mundo, etc, pretensiones que no son nuevas, han estado siempre presente en los gobiernos de todos los tiempos, es en las democracias quizás con la significativa separación de poderes dónde puede mejor frenarse su eficacia, las cada vez mayores concentración del poder por el conocimiento y la capacidad de transformar la realidad, llevan a hacer real la capacidad real de suplantarla, es una forma de dictadura dispuesta para ser usada. Baste recordar como ejemplo la foto del cormoran manchado de petroleo de la primera guerra del golfo que recorrió el mundo, y como conocimos después era una foto tomada con ocasión del naufragio del petrolero Exxon Valdés en las costas atlánticas de Canada. Aquella foto consiguió el respaldo de la población mundial para legitimar la guerra contra Irak.

Los intentos de control de la tecnología en manos de los poderosos han ido acompañados de fuerzas centrípetas, las universidades, el código abierto, medios de comunicación e informaciones paralelas contradictorias o disidentes, en la actualidad parece posible engañar a mucha gente pero parece que no por mucho tiempo, la cuestión es si es suficiente para evitar, disuadir e impedir los ataques de mayor gravedad y trascendencia contra los derechos humanos y la paz mundial.

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