lunes, 24 de noviembre de 2008

ILUSTRAR, ES ENSEÑAR A EMPLEAR LA RAZÓN, CUANDO ACLARA LAS RAZONES DE LAS COSAS.


Es indudable el papel de la teoría, las teorías, en el desarrollo y en la evolución del conocimiento científico en todas las ciencias. Es el caso también en la Teoría de la comunicación que propone el profesor Martín Serrano. Como ya dijo Kurt Lewin "nada hay tan practico como una buena teoría". Construye un fondo para la representación de la comunicación como acto social válido en el contexto histórico de las sociedades desarrolladas occidentales. Dramaturgia de la acción comunicativa del Mediador como sacerdote oficiante de los ritos, que se conectan con la sociedad, valorizándola, lucha contra la entropía de los sistemas complejos, prestándole orden y sentido a la sociedad a la que sirve y desarrolla.

Analiza el autor los medios de comunicación de masas desde el punto de vista de los mensajes que emite dirigidos y clasificados en dos áreas con efectos simbólicos de comunicación humana. Las noticias de información sobre el acontecer sociopolítico y el que afecta a la vida cotidiana. Cada mundo se describe con un tipo de relato particular, y un modo de narrativa diferente y distinta.

Para la información sociopolítica se utiliza la estructura de la “gesta”, para la descripción del mundo cotidiano es la “parábola”, resultado acabado con conclusión, y responde a la necesidad del Mediador de manejar tensiones sociales y por tanto narrativas.

Así, el relato sociopolítico se ocupa de la fragilidad de las instituciones humanas, que compromete los modos de organización social, y cuestiona la fragilidad de las instituciones humanas.

EL objetivo del mediador de la comunicación es poner de manifiesto la acción social que se canalice y regule a través de las organizaciones institucionales.

El modo narrativo del cambio histórico es la “gesta”, resultado provisional, cuyo uso es legitimar las instituciones mediadoras. Este, parece ser, el tema tras el que se informa en los relatos de los MCM sociopolíticos.

Por otra, en el otro modelo de relato, es la narración de lo cotidiano, la cuestión aquí que se reitera es la debilidad de la naturaleza humana, que contradice la preservación del orden moral.

Se presenta el mediador de la comunicación para modelar los impulsos y acomodarlos a las normas éticas. La parábola se ocupa del conflicto entre los instintos naturales y las normas sociales, con un componente mítico. Median entre las necesidades de los sujetos particulares y las constricciones sociales.

De manera que se asegura la permanencia de las representaciones sociales consolidadas, su relación de confianza con las normas y de ajuste a los deseos, que atribuye el reconocimiento y toda representación consolidada.

Al analizar la mediación y la función social de la misma a través de un planteamiento teórico encontramos, una explicación de explicar la realidad, utilizando las categorías donde se confunde la forma con el fondo en función del resultado que se pretende. En la medida en que la comunicación supone una representación, entendida como la "asociación de un repertorio de expresiones a un objeto de referencia", la captación de unas referencias pueden aplicarse para identificar un objeto.

Mediante el rito comunicativo, lo que el oficiante, el mediador, dice en su narración, no es tan importante como el modo en el que lo dice. Ni lo que el receptor entiende, es tan trascendente como el modo en el que oye o mira. Se pretende el sentimiento de fusión con la comunidad que el rito supone.

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