domingo, 23 de noviembre de 2008

LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANIA TAMBIÉN EN INTERNET


La idea original antecedente de internet, la red de redes, era salvar los problemas de las comunicaciones para las redes de defensa militar. Se trataba de conseguir que aún con destrucción parcial del sistema de comunicaciones, los mensajes pudieran viajar hasta encontrar su destino.

Para el tema de la censura que tratamos, nos pone delante del problema de nuevo, evitar el acceso, considerados dañinos, perjudiciales, tóxicos, por el contenido en sí, o para determinados usuarios indefensos, jóvenes, niños, etc. ¿Censura?

Para los padres no hay duda, el deber de protección de la infancia les impele a buscar cuantas medidas les permitan restringir el acceso a contenidos no autorizados. Sin duda es una tarea difícil. El sistema está diseñado para lo contrario. Un simple correo electrónico puede contener todo el contenido prohibido paternalmente.

Los tutores pueden establecer sistemas de protección en los equipos de acceso de los jóvenes, restringir dominios, direcciones, servicios, etc. pero si los jóvenes lo hacen desde un sitio no protegido, decae toda protección. Admitiendo que la estrategia de protección del acceso sea eficaz, no lo es cuando se piensa que es relativamente fácil, y cada vez más con la mayor difusión, de otros puntos de acceso.

Será un sistema de claves de acceso, de prohibiciones de sitios conocidos desaconsejables, incluso de proveedores de acceso a la red que limiten contenidos, y programas que con actualizaciones periódicas puedan vigilar la evolución de los contenidos paternalmente no autorizados.

Sin duda la tarea, planteada así, es difícil, por no decir imposible, si pensamos en la brecha tecnología entre las generaciones, los padres en la mayoría de los casos desconocen la realidad de los nuevos medios, más allá de las informaciones ciertamente alarmistas que difunden algunos medios.

Para aquellos contenidos intolerables, la sociedad, en la medida que supone una amenaza real al orden público social, anorexia o bulimia, los contenidos xenófobos o de pederastia por ejemplo, a través las autoridades asume su poder de vigilancia y de policía, para la persecución de ésta nueva delincuencia. Y que por la propia dificultad del medio y su tamaño ahora mundial se basa en la mayoría de los casos en denuncias de particulares que se investigan policialmente y en la cooperación internacional contra la delincuencia.

Si la vía física (hardware y software) es sólo relativamente eficaz, debemos pensar en otras estrategias, que se basan en la educación de los menores, incluso en los ciudadanos especialmente vulnerables en general cuando les afecta (el juego, el sexo, etc). Con el desarrollo de códigos de conducta de proveedores, y difusión de los valores públicos, en esencia los contenidos contra los derechos humanos que deben tenerse en cuenta a nivel universal (desgraciadamente no existe un consenso universal sobre el contenido y los niveles de protección adecuados para los derechos humanos).

Al fin y al cabo, la red no deja de ser una nueva expresión de la plaza pública, del marco de la convivencia general, espacio donde todos podemos vernos y compartir, socializarnos. Y precisamente, en la medida en la que se desarrolla la idea de la red como la de “plaza pública” no cabe considerarla exenta de protección, aunque también nos limita como ciudadanos libres, sin impunidad, frente a los otros ámbitos amparados del individuo y reservados a la necesaria privacidad, el espacio intimo de libertad, en le marco superior de la dignidad reconocida de los derechos humanos.

No hay comentarios: